Entrar, escoger, pagar y todos contentos
Si ya me cuesta el acto de comprar, soportar filas eternas para pagar me desquicia. Supongo que no soy el único al que le pasa. Cuando diseñes un proceso de pago online, piensa en todo aquello que te exaspera en el mundo offline: esperas interminables, precios nada claros, personal poco amable… Eso te servirá de brújula para entender por qué la agilidad y la claridad son tan importantes en una tienda virtual.
A continuación, comparto seis puntos clave que hemos tenido en cuenta para definir una experiencia satisfactoria en el momento de pagar:
- No interrumpas a tu usuario. Si vas a sugerirle otro producto, que realmente le aporte valor.
- Sé claro al dirigirte a él. Pon cuidado extra al redactar los llamados a la acción; evita los mensajes ambiguos o genéricos.
- Escoge bien tus referencias. No eres Amazon (probablemente), así que tu proceso puede ser mucho más amigable y estético.
- Proporciona toda la información necesaria sin saturar. El usuario siempre querrá saber más, pero evita sacarlo de la pasarela de pago con datos irrelevantes.
- Agradece siempre. Tanto al momento de la compra como al momento de la entrega.
- Mantén la comunicación. Pide la opinión del cliente, hazle saber que su experiencia importa. Tu relación no termina en el cobro; cuida el proceso hasta la entrega final.
Como todo en UX, no existe una fórmula infalible. Hay múltiples factores que influyen y conviene medir y probar de forma constante para ajustar y mejorar. Solo así podrás afinar tu proceso de checkout y maximizar los objetivos de tu negocio.
Nota: Este texto es una adaptación de un artículo que publiqué originalmente en LinkedIn, enriquecido con más reflexiones para evitar la duplicación de contenido.